Un disco, dos días y tres secretos

Enfundarse en unos pitillos de un color llamativo, ponerse unas gafas de pasta trendy, y tener ganas, muchas ganas de celebración. Son los tres ingredientes secretos -secretos a voces- de la receta del éxito de Varry Brava. Hace unos días os hablábamos de su primer LP, Demasié, un trabajo lleno de energía, positivismo y gracia. Como ellos. Pues bien, este fin de semana, han llenado la Sala 12 y medio de esos elementos, de esa fiebre amarilla, imprescindible y característica de su estilo, en un doble concierto. El resultado, dos días de un lleno hasta la bandera. Y si bien es cierto, que la predisposición del público ya estaba claramente a su favor, los chicos de moda se lo terminaron de ganar con un set list cuidado y de un equilibrio asombroso, y digno de agradecimiento.

Subían al escenario con «No te conozco» y «Despeinados», dos temas relativamente nuevos ya que, a pesar de estar incluidos en el último álbum, los conocíamos y los habíamos escuchado en anteriores conciertos. Con su presencia -y no diré mera presencia porque si algo tiene Varry Brava es presencia escénica-, los asistentes se preparaban para el espectáculo.

Óscar, el vocalista, recordaba que la culpa del lugar en el que estaban ahora la tenía el proyecto que comenzaron hacía un par de años llamado Ídolo y por tanto, también tendría su hueco en la noche. «Ibiza» sería, por tanto, el primero de los temas antiguos. Otro de los regalos que quisieron hacer a su público, aparte de repetir el sábado,  fue la colaboración con algunos grupos murcianos. El vocalista de Inkeys subía, así, al escenario para compartir con ellos «Piérdete». Y la agitación llegaría con «Calor». Sin duda, el single, que ya consta de 12.000 visitas en su videoclip, fue uno de los grandes momentos de la noche.

Más colaboraciones. Era el turno de The Leadings. El viernes, Sergio los acompañaba en «Confusión», aunque volvería más tarde. Tocaba volver a Ídolo con «Casualidad» y las reediciones de «Disco» y «Miedo». El público seguía, como es normal, mejor las letras de la maqueta. Otro de los temas retomados de la gira anterior era «Maniquíes» de Golpes Bajos, con el que el grupo se siente muy cómodo. En «Ritual» y «Templo» -en éste último colaboró Juan, vocalista de Analogic- no pudimos evitar echar de menos mayor presencia de los sintetizadores y teclados, como en el disco, un hueco, eso sí, ocupado por la espectacular guitarra de Vicente. Y para terminar, como no podía ser de otra forma: «No gires». El viernes contaron, para finalizar el repertorio, con la colaboración de The Leadings – al completo, excepto su nuevo integrante – en una versión del mítico «Tú y yo a la fiesta».

Se acercaba ya el final y era el turno de los bises. Comenzaban éstos con «Amantes de fuego». El sábado les acompañaba Javi Vox, guitarrista de Second, en un tema que a nosotros nos parece especial, como ya os contamos en la crítica. «No puedes» y «Radioactivo» cerraban dos noches en las que, absolutamente todos, nos vimos envueltos en el estilo Varry. Una noche con el amarillo como protagonista. Y es que, por mucho que nos empeñemos en creer que el amarillo es el color de la mala suerte, a estos chicos desde que visten de amarillo, la vida les sonríe. O será que le sonríen ellos primero. En cualquier caso, no decepcionan. Y no sé si será su optimismo, su energía, su descaro o el buen rollo que transmiten pero lo que está claro es que con ese algo que tienen consiguieron llenar dos días seguidos la Sala 12 y medio. Y podría haber habido un tercero. Noche especial donde las haya, noche en la que la emoción se notó y noche que a muchos les costará olvidar. Una noche demasié.

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