Los grupos musicales del momento y las estrellas del pop más exitosas extienden cada vez más los horizontes de sus conciertos. Además, ver aquél grupo que apenas nadie conoce y que hasta hace poco tocaba en el garaje de su casa — al otro lado del mundo— ahora es posible. Que tu ídolo tocará en tu ciudad, o en la ciudad vecina, ¿y mueres por ir a verlos? Si nadie de tu grupo de amigos o conocido desea ir puede definitivamente tirarte atrás y puedes perderte la oportunidad de tu vida.
Y es que el trabajo, los estudios, las responsabilidades generales y los diferentes gustos hacen una tarea difícil ir en compañía a este tipo de eventos, y a medida que crecemos, más se dificulta. Sin embargo, hay mucha gente que no se detiene por este contratiempo y elijen ir solos a los conciertos. Pero como todo en la vida, existen ventajas y desventajas de asistir en solitario a un festival o evento musical.
Las dudas de asistir a un concierto en solitario
Ir solo a un concierto parece un excelente plan si nadie quiere, o puede, acompañarnos. No obstante, hay que meditarlo, pues los contras son importantes y hay que tomarlos en cuenta.
En caso de que el evento sea fuera de la ciudad siempre hay un riesgo un poco mayor. Ir a una ciudad que no conocemos puede provocar que nos perdamos y terminemos en una zona poco adecuada o segura.
Si se nos presenta una emergencia no contaremos con la ayuda inmediata de una persona conocida. Los conciertos pueden ser atropellados y calurosos, y cuando vamos solos debemos enfrentarnos a una masa de gente deseosa de buenos recuerdos y dispuesta a darlo todo para ver a su ídolo lo más cerca posible.
Ir a un concierto solo puede ser algo excepcional
Aun los contratiempos mencionados antes, decidir ir a ver un concierto en vivo tú solo es una experiencia única y que recordarás para el resto de tu vida. Si aún después de leer las desventajas te sientes envalentonado para ir solo a un evento o festival, las ventajas terminarán de convencerte.
En cuanto hagas tu primera travesía solo, lo más seguro es que acabes abierto a vivir más experiencias así. Lo más probable es que conozcas a gente sumamente interesante en el proceso, que además tendrán un gusto musical similar al tuyo.
No estás atado a nadie. Con esto podrás moverte por la pista de forma libre sin miedo a “perderte”, ya que estando solo no corres ese riesgo: tú eres tu grupo. Disfrutarás de la música según tu propio gusto y te acercarás o alejarás a la acción tanto como tú desees. Lo cierto es que estás a tus anchas y no tienes que estar pendiente de perder a tu acompañante.
La experiencia de ir a un concierto en solitario es completamente distinta a la de ir con tus amigos. Descubrirás de ti cosas que no sabías que llevabas dentro, aprenderás a disfrutar de tu propia compañía y confiarás muchísimo más en ti por haber dado el paso de salir de tu zona de confort.
Una experiencia inolvidable
Solo o acompañado, ir a un concierto o a un festival de música es una experiencia inigualable. La energía que se mueve en esto eventos es mágica y nos acompañará por el resto de nuestras vidas.
Los recuerdos son absolutamente inolvidables, el sonido en vivo de una banda a la que admiras es algo que mueve a cualquiera. Cientos de fanáticos reunidos cantando al borde de sus gargantas los éxitos mientras acompañan a los músicos… ¡es un ambiente único y brutal!
Cada centímetro de tu cuerpo agradecerá la experiencia. Así que no lo dudes, arma tu grupo o prepárate para asistir solo, ¡pero asegúrate de comprar entradas para el próximo concierto al que tengas oportunidad de ir!