Velas, vino, música y… CARPET SHOW.

Velas, vino y música. Tres elementos que ayudaron a crear el ambiente perfecto para el Carpet Show que organizaba esta semana la Sala 12 y medio. Como ya han hecho otras veces -hace poco os contamos la actuación de L.A. bajo la misma denominación- extendieron la alfombra roja sobre el suelo de la sala con el único objetivo de disfrutar. Con la sala llena -y la copa de vino en la mano- estaba todo listo.

Los primeros en pasar por el escenario fueron los, para muchos, desconocidos Tripulante y crucero. Voz y guitarra les bastaron para comenzar aunque, poco después, se les uniría el resto de la tripulación. Con el bajo y la batería el estilo cambió: los discretos sonidos del principio dejaron paso a las más refrescantes melodías propias de la samba y demás sonidos caribeños. Sin duda, un conjunto característico que transportó al público directo al verano e hizo olvidar el frío que esperaba paciente en la puerta. En algún momento de la actuación, contaron con la colaboración improvisada de dos de los componentes de Nine Stories – Nacho Ruíz y Pepo Márquez-. Y a pesar de que el vocalista, Javier Peña, insistía una y otra vez en que era su primer concierto, nosotros hemos descubierto que no es del todo cierto.

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Los sonidos mediterráneo-caribeños del comienzo quedaron en el olvido en el momento en que unos zapatos vintage pisaron el escenario. La ternura de Alondra Bentley tardó poco en inundar la sala y llegar a los corazones de los asistentes. Poco le hace falta a la murciana de adopción para llenar el escenario. Su voz -dulce y delicada- y su aspecto -inocente pero pícaro- fueron suficientes para enganchar durante una hora al público. Y por si algo fallaba, allí estaba su fiel acompañante: su guitarra. Y en unos minutos, ya estabas dentro. Imposible no prestar atención a su música, imposible no prestarle atención a ella. Y mucho tiene que ver la luz de las velas en la creación de este ambiente ya que es difícil no dejarse llevar hacia la atmósfera que éstas crean.

Quien esperase encontrar más de lo mismo, se equivocó de lugar. Alondra se propuso sorprender. Y lo hizo. Nada de canciones conocidas por todos: la británica apareció con una ristra de temas nuevos que, anunció, serán parte de la BSO de una nueva película. Hacia la segunda mitad del concierto, redirigió al público -si es que en algún momento se había dispersado- con el cuento de la oruga y, por si todavía no te habías enganchado a ella, su improvisado papel de cuentacuentos hizo el resto. Sus temas anuncian un nuevo trabajo, un más que digno segundo álbum que seguro le traerá tantos éxitos como su debut “Ashfield Avenue”.

Pero aquí no terminaba todo y Bentley seguía sorprendiendo. Demostrando su versatilidad en diferentes estilos acompañó a Nine Stories en el comienzo de su concierto. Ritmos diferentes para voces diferentes, aunque, eso sí, caras conocidas. Y es que, a los componentes de este grupo ya los habíamos ido viendo en las anteriores actuaciones con -más o menos- breves colaboraciones. Javier Peña, vocalista de Tripulante y Crucero se encerraba ahora en su guitarra; Nacho Ruíz, al que habíamos visto acompañando a Alondra Bentley con el teclado asumía el papel de líder; Carlos Risco, también componente de Tripulante y Crucero se unía a ellos con su bajo; mientras que, Pepo Márquez, hacía ahora las veces de percusionista. Y, aunque la sala ahora estaba más despejada, el grupo intentó conquistar a los que allí seguían con sus sonidos cercanos al pop y sus canciones llenas de instrumentos. Ukelele, piano, guitarra o cualquier otra cosa que caiga en sus manos les sirve para hacer música, según dicen ellos. Y para terminar de convencer al público, nada mejor que desenchufarse, desnudarse musicalmente y bajar a la alfombra. Tocar a pelo, si se hace bien, siempre consigue llegar al público. Y así fue, también, en esta ocasión.

El Carpet Show de 12 y medio, como siempre, una acertada opción para los que gusten disfrutar de la acogedora atmósfera que crean la alfombra, el show, las guitarras y claro que sí, las velas, el vino y la música.

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