Kracauer empezó en el salón de casa. Conforme Juanfra iba terminando canciones, las maquetaba con el portátil y, una vez que tuvo seis o siete temas, se lanzaron a grabarlas en un ‘home studio’. Kracauer nació así, en una especie de ‘Lo-fi’ obligatorio, por falta de medios, en parte, pero también por la necesidad de tener tiempo para construir el sonido desde cero. Ya con los temas grabados llegó Daniel Cano, con quien empezaron a preparar las secuencias y los sintetizadores, y terminó tocando el bajo. Marcelino Navarro, a cargo de la batería y los disparadores, y al final, Pablo Cerdá, hermano de Juanfra, se unió a los teclados.
El 1 de diciembre sale su álbum debut ‘…en la era de la reproducción digital‘.
Kracauer llegan desde Murcia para quedarse. Y eso lo demuestran con un primer LP que verá la luz el próximo mes de noviembre bajo el sello de La Cupula Music, y del que hoy adelantan el tema ‘Stendhal‘. Una canción que nos traslada al salón ochenteno de nuestras abuelas y a las camisas imposibles de los 90, todo ello aderezado con un sonido pop actualizado repleto de distorsiones y sintetizadores que le dan, al disco en general, un acabado perfecto. Kracauer nos tiene preparada una historia de idas y venidas, 45 minutos de música que miran al pasado sin olvidar el presente. Pero lo mejor es que los conozcas, hablamos con ellos.
·¿Cómo surge Kracauer?
Pues Kracauer lo empiezo yo (Juanfra Cerdá), supongo, que me puse a componer los temas y a maquetarlos en mi casa. Había acabado una tesis doctoral que había absorbido toda mi energía en los últimos cuatro años, y de repente me encontré con un montón de tiempo y de ganas de hacer cosas. Antes había tocado la batería mucho tiempo, y había estudiado piano desde pequeño, y quería ver qué era capaz de hacer también con la guitarra, cantando, letras… ya tu sabes.
· Y en qué momento decidís tomároslo un poco más en serio y editar vuestro álbum debut.
Pues una vez que tuve estas 11 canciones las grabé con mi antiguo bajista en un ‘home studio’ que nos hicimos, y se las llevamos a Pepe Marsilla para que nos las masterizara en Estudios MIA. El resultado para mí fue muy satisfactorio, considerando los medios de los que disponíamos, y entonces me puse a buscar gente que quisiera sumarse al grupo, preparar un set en directo, y ver si alguien quería editarnos estos primeros temas.
Queda nada para el primer LP «…en la era de la reproducción digital»!
Mientras tanto:https://t.co/l99MIawNoI https://t.co/V7wIz1x6aQ pic.twitter.com/i8dXmeKS7p— Kracauer (@Kracauer_) 18 de octubre de 2017
· ¿Quién forma Kracauer?
Pues el primero en sumarse fue Daniel Cano que empezó cacharreando con la electrónica. Luego llegó Marcelino Navarro, que se encarga de la batería y disparadores, y al final mi hermano Pablo Cerdá es el que ha terminado encargándose de los sintetizadores, porque Daniel se ha pasado al bajo.
· ‘…en la era de la reproducción digital’ es el título de vuestro primer disco. ¿A qué os referís con este título?
Bueno, es una especie de homenaje a uno de los ensayos más famosos de Walter Benjamin, “La obra de arte en la era de la reproducción mecánica”, de los años 30. Ahí Benjamin habla, entre otras cosas, de cómo la tecnología ha influido en cómo se producen y se reciben las artes, por así decirlo. Y para mí este disco es un poco la consecuencia de algunos de esos procesos, en un momento bastante posterior. La idea es que este disco nace de un momento en el que la tecnología ha afectado profundamente al campo musical y, al margen de todas las consecuencias negativas que se puedan plantear, este disco no habría salido adelante sin esa revolución tecnológica. Bueno, era eso o ‘Cuando zarpa el amor’, pero me enteré de que ya estaba cogido.
«Intentamos mezclar la parte más tradicional del pop y del rock con elementos de música electrónica»
· ¿Cómo definiríais ‘…en la era de la reproducción digital’?
Pues son 11 temas en los que se intenta mezclar esta parte más tradicional del pop y del rock: las guitarras con distorsión, las acústicas, voces y coros; con elementos que vienen más de la música electrónica: cajas de ritmo y sintetizadores. La idea era investigar un poco y ver cómo se pueden unir esos dos mundos, aunque al final se trata de utilizar distintos elementos para sacar adelante una canción, en el sentido más tradicional.
· Se nota una onda muy ochentera en los sintes y también rock noventero, pero ¿cuáles son vuestras influencias directas?
Pues no lo tengo muy claro, la verdad. Sé que utilizamos recursos de los 80, efectivamente, en cuanto a que el sintetizador es fundamental en este grupo. Prácticamente no hay ni una sola parte del disco que no estén sonando uno o varios. Los tempos de algunas de las canciones son muy ochenteros también, de esos que puedes bailar a saltitos para un lado y para otro. Y luego sí que utilizamos mucho esto de hacer estrofas más tranquilas y pisar el pedal de distorsión para los estribillos, que es como muy 1993. Pero tampoco tengo claro que haya influencias directas. Que las habrá, seguro, pero yo no me doy mucha cuenta. Te reconozco que a mi me pones un Gary Numan o un Soft Cell y se me ponen los pelos de punta. Pero tanto como influencia, ya no sé. Ojalá.
· ‘Stendhal’ es vuestro primer single. El síndrome de Stendhal (también denominado síndrome de Florencia) hace referencia a una enfermedad psicosomática que causa confusión, temblor, palpitaciones, depresiones y alucinaciones cuando el individuo es expuesto a obras de arte, especialmente cuando estas son particularmente bellas o están expuestas en gran número en un mismo lugar. ¿Cómo llegasteis a saber de este síndrome y por qué elegisteis esta canción como single?
Pues ese síndrome es bastante conocido dentro de los estudios de historia cultural. Responde a una concepción un tanto romántica de lo sublime. Esa idea de que hay obras de arte increíblemente bellas, geniales, obras maestras, que te pueden llevar al éxtasis… Yo no conecto nada con ese tipo de sensibilidad y por eso la canción habla justo de lo contrario. De cómo a muchos nos cuesta emocionarnos delante de determinadas cosas, de lo poco excepcional que puede ser la vida de alguien… Y estuvimos dándole vueltas, pero al final cogimos “Stendhal” de single porque creemos que es bastante representativo de lo que es Kracauer. Ahí se ve muy clara la idea esta de juntar lo electrónico con lo analógico, lo ligero con lo más intenso…
«La colaboración con La Pelopony es necesaria»
· Hace poco presentasteis el videoclip de ‘Stendhal’, dirigido por Pedro J. Poveda de Twin Freaks donde potenciáis la idea de pasividad de las personas y la incapacidad de ver más allá de sus pantallas portátiles. ¿Qué pretendíais transmitir exactamente?
La idea era encontrar un tipo de vídeo que funcionara bien con la canción y con nuestro rollo. No nos apetecía salir tocando en el vídeo, ni nos apetecía contar una historia, en plan desarrollo narrativo. Así que optamos por proponer una serie de ideas que le dieran un marco visual a la canción. Ahí tienes a la gente con el móvil, al de la funeraria lavando el coche en un lavadero, este chaval que está en su mundo, en el cine. Ah, y el sexo oral, que siempre hay que tenerlo en cuenta.
· ¿En qué detalles os fijasteis a la hora de seleccionar en casting a Álvaro López como el protagonista para el clip de ‘Stendhal’?
No hubo casting. Fuimos a la Filmoteca Regional a rodar. Por cierto, mil gracias. Y Pedro Poveda, el director, empezó a hacer su historia, a buscar las imágenes que necesitaba, y en un momento dado necesitaba un protagonista para esta parte del vídeo. Álvaro había venido al rodaje y fue superamable y supergeneroso al prestarse.
· El disco sale editado con La Cúpula Music (donde también está La Pelopony) ¿Sería posible ver una colaboración Kracauer feat La Pelopony?
Yo creo que es esa colaboración es necesaria. Pero ella tiene millones de reproducciones en YouTube, así que no sé si estará dispuesta a apoyar a un grupo emergente.
· Tema escena murciana. ¿Cómo lo veis? ¿Existe o no?
Yo en Murcia veo muchas cosas. Veo los locales de ensayo a reventar, llenos de gente haciendo de todo. Muchos grupos heavies, de metal, muchos grupos de versiones, y luego grupos más pop, más melódicos, más folkies, de rock más tradicional, más garajeros, más punkarrillas o más indies, si es que la palabra todavía significa algo. Y creo que esa es la diversidad de lo que se hace en Murcia. Muchísima gente haciendo su historia, tomándoselo más en serio y menos en serio, teniendo más éxito y menos éxito comercial. Eso por no hablar de los jazzeros, que no paran de hacer cosas también. Murcia rizomática. Así es como entiendo ahora mismo lo que se hace por aquí, tal vez porque me he pasado el último año y pico buscando gente con la que tocar.
«Presentaremos el disco en Murcia y Madrid»
· Próximos conciertos, presentaciones, movimiento de la banda…
Pues estamos muy contentos con que están empezando a surgir oportunidades para ir presentando el grupo en directo. Estamos intentando traducir las canciones a formato acústico, porque nos han salido varias historias chulas. Y tenemos confirmado que vamos a poder presentar el disco, ya en eléctrico, en Murcia y en Madrid. Estamos intentando cerrar más cosas aparte, y las fechas ya las iremos publicando en las redes conforme nos las vayan confirmando.
· ¿Qué estáis escuchando últimamente?
Pues supongo que podrás pensar que estoy de coña, pero ando bastante flipado últimamente con Katy Perry. Me hecho una selección de temas y estoy poniendo la oreja ahí, a ver si aprendo algo. Y estoy echándole bastantes horas a la maquetación del segundo disco, que va muy muy avanzado, y eso lleva horas de escucha también. Y mientras espero que salga el nuevo de MGMT, estoy otra vez con los Pixies, y con Sufjan, y con Digitalism, que todavía me dura el último disco. Aparte Marcelino anda liado con The Roots, Ministry y Quique González. Pablo está con los Cala Vento que no caga, y con Beck, QOTSA, y The War on Drugs. Y Daniel anda bastante flipado con el “Blood Visions” de Jay Reatard, pero es que él está empeñado en escuchar exclusivamente música de la que yo no haya oído hablar nunca.